El 14 de Noviembre del 2018 Camilo Catrillanca, joven mapuche, fue asesinado por el Estado de Chile por el denominado “Comando Jungla” entrenado en Colombia con la intención de pacificar la Araucanía, territorio del sur de Chile habitado por el Pueblo Nación Mapuche que lucha hace 500 años por recuperar el territorio que les pertenece.
Con un carisma de arte relacional, realicé una foto performance que se imprimió y fue pegada en la calle.
La primera acción la realicé invadiendo un terreno privado. Luego de realizada la fotografía la pegué de noche en la calle en sitios escogidos previamente, para luego ser fotografiados por la mañana. Quise observar y escuchar como se relacionaba la fotografía con la calle, con la gente y sus propios discursos.
Mi intención fue interpelar a los transeúntes de la ciudad y despertar la afectividad ante un hecho alarmante como es la violencia de Estado.
En esta acción de protesta mantuve mis preocupaciones formales sobre el cuerpo, soportes alternativos y posibilidades discursivas de la fotografía como un subtexto, que permitiera realzar el hecho trágico.
En el lenguaje de propaganda política el rostro de los asesinados, desaparecidos y encarcelados es un símbolo de lucha y memoria. Dar la espalda desnudo a la cámara no sólo es un símbolo de vulnerabilidad, sino también un gesto de profundo respeto al rostro de Camilo.