A fines del 2018 se hizo conocida la noticia de Raúl Schüler, agrónomo y coleccionista alemán, radicado en Chile, quien robaba monumentos nacionales públicos para su colección privada. 

A dos años del hecho, la historia se cuenta como “el coleccionista alemán que evitó la cárcel”. 

Es habitual para mi caminar de noche. Con o sin destino. Es una forma de encontrar inspiración. En este caso, durante una caminata nocturna por Talca, me encontré un cartel “SE VENDE”. Luego de ese encuentro, partí fotografiando los monumentos públicos de la plaza de armas de la ciudad. Me resultaba gracioso, a través de un simple gesto de apropiación poder cuestionar la naturaleza de lo público relacionado a monumentos nacionales. 

¿Deberían ser los monumentos agentes solidos e inamovibles o fluidos e intercambiables por otros nuevos que representen su contemporaneidad?   

Busqué los demás monumentos de la ciudad y decidí crear esta obra, para evidenciar la inestabilidad de nuestros símbolos y reflexionar sobre la idea de la no pertenencia.